Otro punto de inflexión, 2008 es el año del regreso
al horno de leña después de apagado el último
fogón “chemin de Larreguy” , más de treinta años
atrás!
Año de la creación del tema “los peces voladores”,
de las piezas con esmalte negro. Se empujan los
óxidos, el oro y el platino, primer “cuadro
escultura” con peces voladores de oro: la tradición
y la creación fusionan hacia el futuro.
Jean-Marie transmite el testigo de los Cazaux
a Joel!
A los 15 años, en 1985, Joël debuta junto a de
su padre en el taller familiar. Jean-Marie transmite
a su vez al nuevo eslabón de la cadena toda la
pericia heredada de las 6 generaciones anteriores.
Una verdadera complicidad, animada de retos,
se desarrolla a lo largo de los años.
Las tareas se reparten de manera innata entre el
padre y el hijo a lo largo de su colaboración.
Dotado de un sentido artístico fuera de lo común,
Joël se dirige cada vez más hacia nuevos diseños,
nuevas creaciones, siempre en el respeto del
espíritu Cazaux.
Siguiendo la tradición de la “Fuente del Mar”,
obra de sus tíos y de su padre en el Museo del Mar
en Biarritz, Jean-Marie realiza en 1975 para las
Termas Marinas de Ilbarritz un Caballito de Mar en
cerámica de unos 3 metros de alto. Joel ya trabaja
en el taller con su padre.
Al crecer, Jean-Marie también se interesa por la
alfarería y la cerámica. Ayuda a su padre Armand
bajo la mirada cariñosa de su tío Edouard, quién ve
en él su digno sucesor. No hay ni una sola carta de
Edouard a Armand en la cual él no le pregunte
acerca de su hijo y de los adelantos de éste.
En 1961 “... me dicen que Jean-Marie es todo un
campeón!”; carta a Jean-Marie el 1ro de Enero
1965 “Muy bién, Jean-Marie, quién busca,
encuentra! Sigue hacia adelante, todos los Cazaux
te seguimos, vivos o muertos!” Edouard sigue
enviándole consejos técnicos y recomendaciones,
la cadena de los Cazaux perdura.
Lo podemos observar aquí en 1972, delante del
gran horno de leña del taller de Larreguy, que
seguirá funcionando durante algunos años más.
Domina su arte y seguirá intercambiando cartas
con su tío hasta la muerte de éste, en 1974.
En 1979, de Jean-Marie y su esposa Josette nace
un hijo, Joël.
Durante los años 50, Armand se dedica a nuevos
decorados, que recuerdan el arte rupestre en el
cual se mezclan ciervas y personajes femeninos.
Esta impresión viene reforzada por el trabajo de la
llama y del humo del horno de leña, como si fuera
por el fuego y las antorchas de las cavernas.
La gran fuente rojiza “de la ardilla” es otro aspecto
de su trabajo, inscrito en el espíritu de este epoca.
En septiembre del 1952, Edouard Cazaux escribe a
su hermano: “Ve tranquilo, observa como crece
Jean-Marie, él será mejor que nosotros!
Haz solamente que más tarde, cuando hablen de
los Cazaux, resuman la historia diciendo:
Eran tres!”
En ocasión de la Exposición Internacional de 1937
en Paris, Edouard, Vincent y Armand realizan
la “fuente de los tres B” para el pabellón “Pays
Basque, Béarn, Bigorre”, así como un gran mural
para el pabellón del País Vasco, y cuyo molde se
encuentra chemin de Larréguy. Con ese trabajo,
obtienen la medalla de oro de la Exposición.
En Paris, Edouard encuentra un gran éxito con sus
cerámicas y sus gres. Se codea ahí con numerosos
artistas y toma parte a Ferias con regularidad.
Sin embargo mantiene siempre el contacto con
Armand y Vincent por correo seguido y les
transmite todo lo que pueda. Vincent se gana
el título de Mejor Obrero de Francia. Armand
trabaja a la decoración del Castillo de Brindos
en Biarritz. En 1942 le nace un hijo, Jean-Marie.
Con sus tres hijos enrolados en la guerra, el
período de 1914 a 1918 resulta muy difícil para el
envejeciendo Alcide. El regreso a la vida civil de
Vincent y de Armand no se torna sencillo tampoco.
Felizmente, un pedido de varios millares de frascos
de resina permite enderezar la situación. Por su
lado, Edouard parte definitivamente por La Varenne
Saint-Hilaire (en la zona parisina), donde se instala
con sus esposa.Armand lo alcanza para darle una
mano y así lanzar el taller, cuya producción se
puede calificar decididamente de artística.
Con esta experiencia, él regresa definitivamente
en 1922 al taller de “La Négresse” (entonces en
pleno desarrollo), a unirse con su padre y su
hermano Vincent. Los tres hermanos se mantienen
en contacto epistolar constante, intercambiando
recetas, técnicas, dibujos y descubrimientos.
La producción de alfarería va cambiando.
Se fabrican menos objetos utilitarios. Es el fin
de las famosas “Pegas” y de los conductos de agua!
Cada vez nacen más objetos decorativos, grandes
tinajas de jardín, etc.. En 1921, una clienta pone el
primer pedido de decoración interior. Es el
comienzo de las baldosas decorativas Cazaux.
Para permitir estas actividades, el taller se lleva
en 1928 a su tamaño actual. Es el principio de
los años treinta y de sus fastuosidad para las
hermosas casas de la Costa Basca, en las cuales se
desarrolla el estilo Cazaux tanto en la decoración
como en los objetos de arte y los muebles.
El sueño de Alcide y de Valérie se concretiza medio
la adquisición, en el año 1908, de un terreno
ubicado « camino de Larreguy » (la actual dirección
de la fábrica). Seguidamente construyen la casa
y el taller. Por fin son propietarios !
Sus hijos Edouard, Vincent, y Armand crecen.
Los objetos de cerámica evolucionan hacia
esmaltes mas elaborados, en especial cuando
Edouard entra en aprendizaje donde « Oustau »,
de donde él se trae de vuelta algunos « secretos »,
antes de partir para Paris a los 18 años.
La saga de la familia Cazaux : una historia que
se remonta al siglo XVIII, cuando los simples
alfareros de Cagnotte torneaban cántaros, jarras,
tazones, cazuelas y demás escudillas, que sus
esposas vendían en los mercados abiertos.
De Jean-Baptiste y Marie Cazaux nace en 1857
un hijo, Alcide, quien será alfarero también y
cuyas « Pegas » (un tipo de cántaro) se vuelven
famosas en la zona, por su ligereza y su finura.
El es quién, después de su matrimonio y del
nacimiento de su primer hijo Edouard, en Cauneille,
decide cruzar el rió Adour para mudarse en 1890
a Bayona, donde nace su segundo hijo Vincent,
antes de de establecerse en 1893 en Biarritz
en el barrio « La Négresse », en una casa que
anteriormente ya albergaba una alfarería.
Su tercer hijo, Armand, nace ahí en 1895.
Alcide sigue fabricando sus famosas « Pegas »
con la tierra de Arcangues y Espelette,
y produce paralelamente piezas para la
industria de la construcción (conductos de barro,
conductos y capuchones de chimeneas).
La producción se adapta a la demanda.
Su esposa Valérie y él, sueñan con un a casa y
un taller de los cuales serían los propietarios.
Es la saga de una familia de alfareros ceramistas, que se remonta
al siglo XVIII en la zona de « las Landas » (en el Sur-Oeste de
Francia) en le pueblo de Cagnotte, previamente a su instalación
definitiva en Biarritz, en el barrio “La Négresse” en 1890.
Su producción, a lo largo de siete generaciones de artesanos,
arranca con la fabricación de objetos de uso cotidiano (cántaros,
jarros, escudillas), para volcarse paulatinamente hacia piezas
decorativas (grandes tinajas de jardín) y piezas de cerámica
artística.
El estilo Cazaux, fruto de la opulencia de los años treinta en
Biarritz, se mantiene desde entonces en la decoración de
las residencias de lujo.
Este estilo se ha perpetrado hasta ahora con el mas estricto rigor,
sin excluir ni la evolución ni la creación, combinando un sabio
respecto con la osadía de las formas, los óxidos, el oro y el platino.